Retrato de Alejandro Magno

Alejandro Magno

Rey de Macedonia y comandante de la Liga de Corinto.

Datos
Nacimiento 356 a. C. Pela, Macedonia.
Fallecimiento 323 a. C. Babilonia.
Ocupación Rey de Macedonia, comandante del ejército de la Liga de Corinto, emperador del Imperio greco-macedonio.
Causa de la muerte Malaria o paludismo.

¿Quién fue Alejandro Magno?

Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno, fue rey de Macedonia y comandante de la Liga de Corinto.

En el 334 a. C. encabezó una campaña militar que le permitió conquistar el Imperio persa aqueménida y reemplazarlo por un Imperio aun más extenso, que abarcaba desde Grecia y Macedonia, por el oeste, hasta el río Indo, por el este.

Durante sus trece años de reinado, fundó unas 70 ciudades, cincuenta de las cuales llevaban su nombre. La más famosa de todas es la Alejandría egipcia, situada a orillas del mar Mediterráneo.

Alejandro es considerado el general y estratega más brillante de la Antigüedad. Su carisma y sus conquistas han inspirado a los grandes conquistadores militares de todos los tiempos, desde el romano Julio César hasta el emperador francés Napoleón Bonaparte.

Educación y ascenso al poder

Alejandro, nació en Pella, la capital del reino de Macedonia, en el 356 a. C. Su padre fue el rey Filipo II, del que heredó su ambición y sus habilidades militares. Su madre, la epirota Olimpia, lo convenció de que era descendiente de Aquiles, el héroe griego que peleó en la Guerra de Troya.

Filipo se preocupó porque Alejandro recibiera una educación de tipo griego que alternaba el adiestramiento militar y los ejercicios físicos con una gran formación intelectual. Uno de sus maestros fue el filósofo griego Aristóteles, que le transmitió el amor hacía los héroes de los poemas homéricos.

A los dieciséis años ocupó la regencia de Macedonia y a los dieciocho, lideró un cuerpo del ejército de su padre en la batalla de Querónea, que en el 338 a. C. marcó la sumisión de la antigua Grecia y la fundación de la Liga de Corinto.

imagen de El artista Apeles pintando a Alejandro y a su concubina Campaspe.

El artista Apeles pintando a Alejandro y a su concubina Campaspe. Obra del pintor francés neoclásico Jacques-Louis David.

Las conquistas de Alejandro

En el 336 a. C. Filipo fue asesinado durante las bodas de su hija Cleopatra. Con veinte años, Alejandro heredó el trono de Macedonia, pero inmediatamente tuvo que enfrentar una rebelión de las ciudades griegas.

Alejandro avanzó a marchas forzadas hacia el sur y reprimió la rebelión de manera despiadada: Tebas fue destruida, todos sus hombres asesinados y las mujeres, niños y ancianos, vendidos como esclavos. Así, Alejandro impuso su autoridad absoluta sobre toda Grecia, excepto Esparta, que se mantuvo independiente.

En el 334 a. C. Alejandro reunió unos 40.000 hombres, con los que pasó a Asia Menor. El ejército de Alejandro venció a las tropas reunidas por varios sátrapas persas en la batalla del río Gránico. Luego de este triunfo, liberó las ciudades griegas del Asia Menor.

El rey persa Darío III reunió un poderoso ejército y esperó Alejandro en las puertas de Siria. Pero fue vencido en la batalla de Issos y antes de que la lucha terminara, huyó hacia Persia.

Alejandro avanzó hacia el sur, ocupando Siria, Fenicia y Palestina. La única demora la tuvo en Tiro, donde necesitó siete meses de sitio para doblegarla.

De Palestina, Alejandro marchó a Egipto, donde los sacerdotes locales lo recibieron como un libertador. Mientras sus tropas tomaban un descanso, Alejandro visitó el oráculo del dios Amón, donde recibió el vaticinio de grandes victorias.

Luego de dejar atrás Egipto, Alejandro atravesó los ríos Éufrates y Tigris y en el año 331 a.C. obtuvo una victoria decisiva sobre los persas en la batalla de Gaugamela.

Luego de su coronación como rey de reyes, en el 330 a. C., Alejandro marchó tras Darío III, que había huido hacia el este. Pero el rey persa fue asesinado por Bessos, sátrapa de Bactriana. Tras ejecutar a Bessos y conquistar Bactriana y Sogdiana, Alejandro avanzó hacia la India, donde en el 326 a. C., venció al rey local Poros, en una mítica batalla en la que luchó contra un ejército que contaba con cientos de elefantes.

Alejandro se apoderó entonces del valle del Indo e intentó llegar hasta el Ganges. Pero sus hombres, cansados después de muchos años de marchas y gran cantidad de combates, no quisieron seguir avanzando hacia el este.

Mosaico romano que muestra a Alejandro Magno combatiendo en Issos

Mosaico romano que muestra a Alejandro Magno combatiendo en Issos. Se halla en la Casa del Fauno, en las ruinas de Pompeya.

El Imperio de Alejandro

Luego de volver de la India, Alejandro instaló su capital en Babilonia, por ser el centro geográfico de su imperio. Allí estableció un gobierno centralizado, se vistió con ropas orientales y exigió a todos sus súbditos que se postraran en su presencia. Así dio inicio al culto al gobernante, algo que sería ordinario en la época helenística.

Intranquilo por la diversidad cultural de la población de su imperio, intentó unir a los pueblos que lo habitaban. Impulsó entonces los matrimonios masivos entre oficiales griegos y macedonios y mujeres persas. Él tomó tres esposas asiáticas: Roxana, una princesa bactriana; Parisátide, hija del rey persa Antajerjes III; y Estateira, una de las hijas de Darío III. También ordenó que se instruyera en la cultura griega a miles de jóvenes persas, a los que les permitió el ingreso a sus ejércitos.

Mapa del Imperio de Alejandro Magno.

Imperio de Alejandro Magno.

Muerte de Alejandro

A principios de junio del 323 a. C. Alejandro enfermó gravemente luego de haber participado en un banquete en el que bebió demasiado. Agonizó durante diez días, durante los cuales tuvo varios picos de fiebre. Murió el 11 de junio cuando tenía apenas 32 años.

Existen varias teorías sobre las causas de su muerte. Algunos autores sostienen que fue envenenado por Casandro, hijo de Antípatro, regente de Grecia. Otros, que tuvo una recaída de la malaria que contrajo en el 336 a. C, o que fue víctima del paludismo. No faltan quienes sostienen que sufrió una pancreatitis aguda.

Como Alejandro no tenía sucesores legítimos, tras su muerte, sus generales lucharon entre sí por el control del Imperio. Durante esas luchas, todos sus familiares y descendientes fueron asesinados, y el Imperio se desmoronó.

El cuerpo de Alejandro fue embalsamado y colocado en un sarcófago de oro, que fue cubierto por una capa púrpura. El sarcófago junto con su armadura fueron colocados en un carruaje dorado que fue transportado hacia Macedonia. Pero en el camino, la comitiva fúnebre fue atacada por uno de los generales de Alejandro, Ptolomeo, que robó el sarcófago, lo llevó a Egipto y lo depositó en Alejandría. Allí permaneció hasta fines del siglo IV, cuando desapareció misteriosamente.

Bibliografía:
  • Bravo, Gonzalo. Historia del mundo antiguo. Madrid, Alianza. 2008.
  • Manfredi, Valerio Massimo. La tumba de Alejandro. El enigma. Barcelona, Grijalbo. 2011.
  • Renault, Mary. Alejandro Magno. Barcelona, Ediciones Folio. 2004.

Citar artículo:
Editorial Grudemi (2021). Alejandro Magno. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/alejandro-magno/). Última actualización: junio 2023.
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