Comunismo

Conjunto de doctrinas filosóficas, políticas y socioeconómicas que proponen la construcción de una sociedad sin clases ni propiedad privada.

¿Qué es el comunismo?

Se llama comunismo al conjunto de doctrinas filosóficas, políticas y socioeconómicas que proponen la construcción de una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción.

Erróneamente, también se denomina comunismo al sistema político, económico y social que existió durante gran parte del siglo XX en varios Estados de Europa, Asia y América, entre ellos la Unión Soviética, Yugoslavia, Cuba, Vietnam, la República Popular China, Corea del Norte, Laos y Camboya.

Si bien desde la Antigüedad se han realizado diversas propuestas de construcción de sociedades comunitarias, el comunismo, como teoría política, económica y social, se gestó en la primera mitad del siglo XIX, como rechazo a la explotación capitalista de la mano de obra y sus consecuencias sociales.

A lo largo de su historia, el comunismo conoció múltiples variantes, aunque su característica común fue el desarrollo de una labor de organización y concientización de los trabajadores, mientras se aguardaba una oportunidad favorable para llevar a cabo una revolución que permitiera conquistar el poder político y suprimir la propiedad privada de los medios de producción.

Origen e historia del comunismo

La palabra comunismo deriva del latín communis, que significa, común, compartido, comunitario.

La visión filosófica de una sociedad comunitaria tiene sus antecedentes más remotos en las obras República (370 a. C.), del filósofo griego Platón, y Utopía (1516), del inglés Tomás Moro. En esta última se describe una sociedad imaginaria sin propiedad privada y en la que las autoridades son elegidas por el voto popular.

En el siglo XVIII, el francés François Babeuf desarrolló una ideología que, durante la Revolución francesa, planteó un comunismo de la distribución y el consumo y que impulsó la fracasada conspiración de los iguales.

El ideario comunista se convirtió, en la primera mitad del siglo XIX, en una teoría política económica y social, gracias a los aportes de las diferentes corrientes del socialismo utópico, del anarquismo y del socialismo científico.

Este último fue creado por los pensadores alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, que organizaron la Liga de los Justos, luego rebautizada como Liga de los Comunistas. En 1848 ambos autores escribieron el Manifiesto del Partido Comunista.

En este folleto de 23 páginas se anticipan las bases de lo que luego sería el marxismo, entre ellas la concepción materialista de la historia, entendida como una lucha de clases permanente, y la idea de que en el capitalismo la relación entre burguesía y proletariado es esencialmente antagónica. En el último párrafo del manifiesto, los autores hacen un llamamiento a derrocar por la fuerza todas las condiciones sociales existentes.

Por la influencia de esta obra, el movimiento comunista adoptó una interpretación revolucionaria del devenir histórico y se propuso organizar un partido que se preparase para la conquista del poder político.

A lo largo del siglo XIX, los términos «comunismo» y «socialismo» se confundieron entre sí y se usaron muchas veces como sinónimos. Luego de la Revolución rusa de 1917, y por influencia de Lenin, se estableció una clara diferenciación, ya que el término socialismo se utilizó para referirse al período de transición (donde regiría la llamada dictadura del proletariado), y el comunismo propiamente dicho, una «fase superior», sin clases sociales ni Estado, en la que cada individuo contribuiría a la generación de riqueza y alimento según sus capacidades e intereses y recibirá acorde a sus necesidades.

La visión marxista-leninista no fue compartida por formas de comunismo no marxista, como el anarco comunismo, el anarquismo colectivista y el comunismo de consejos, entre otros.

La fundación de la Unión Soviética (1922), como el primer Estado socialista del mundo, llevó erróneamente a la asociación generalizada del comunismo con el modelo soviético, situación que se acentuó durante la Guerra Fría, a pesar del surgimiento de modelos alternativos como el chino, el vietnamita o el yugoslavo.

Luego de la caída del Muro de Berlín (1989) y de la desintegración de la Unión Soviética (1991), el comunismo entró en crisis y decayó. En la actualidad, el movimiento comunista plantea la implementación de sistemas mixtos, que combinen la propiedad privada, estatal y comunitaria de los medios de producción.

Imagen del comunismo

Detalle de El hombre en la encrucijada, obra del artista mexicano Diego Rivera. Están representados, entre otros, Marx, Engels y Trotsky. Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México.

Principios del comunismo

Los principales principios del comunismo son los siguientes:

  • Rechazo de la explotación capitalista de la mano de obra.
  • Necesidad de suprimir el libre mercado de bienes y servicios y la propiedad privada de los medios de producción para terminar con la explotación económica y las diferencias sociales.
  • Propiedad social de los medios de producción y gestión de la generación de la riqueza y los alimentos de manera comunitaria y según los intereses y capacidades de cada individuo.
  • Construcción de una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica y la cooperación entre los individuos.
  • Aspiración a satisfacer las necesidades de todos los seres humanos y a que cada individuo desarrolle su capacidad de autorrealización.

Representantes del comunismo

Los principales representantes del comunismo fueron los siguientes:

  • Karl Marx (1818-1883): economista, sociólogo y filósofo alemán de origen judío, fundador del socialismo científico, luego llamado marxismo.
  • Friedrich Engels (1820-1895): economista, sociólogo y filósofo alemán. Fue el coautor de varias de las obras atribuidas a Marx, entre ellas el Manifiesto del Partido Comunista, de 1848.
  • Lenin (1870-1924): político y teórico ruso, uno de los fundadores del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia y líder de los bolcheviques.
  • León Trotski (1879-1940): político y revolucionario ruso de origen judío. Participó en la revolución rusa y en la fundación de la Unión Soviética, en la que ocupó el cargo de Comisario del Pueblo para la Guerra. Fue desplazado del poder por Iósif Stalin y se exilió en México, donde fue asesinado en 1940.
  • Antonio Gramsci (1891-1937): sociólogo y periodista italiano, uno de los fundadores del Partido Comunista de su país, del cual fue su secretario general entre 1924 y 1926.
  • Mao Zedong (1893-1976): político y filósofo chino, fundador de la República Popular China en 1949. Asumió los planteamientos del marxismo-leninismo, pero con matices propios, al otorgarle a la clase campesina el papel de motor de la revolución.
Bibliografía:
  • Droz, Jacques. Historia general del socialismo. De los orígenes a 1875. Badalona, Destino Libros, 1984.
  • Lenin. Obras escogidas. Madrid, Akal, 1975.
  • Popper, Karl. La sociedad abierta y sus enemigos. Barcelona, Paidós, 2017.
  • Zbigniew Brzeziński. El gran fracaso. Nacimiento y muerte del comunismo en el siglo XX. Madrid, Vergara, 1990.

Citar artículo:
Editorial Grudemi (2022). Comunismo. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/comunismo/). Última actualización: noviembre 2022.
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