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Independencia de Brasil

Proceso político que permitió liberar a Brasil de la dominación portuguesa.

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Última actualización: enero 2024
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Introducción

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La Independencia de Brasil fue un proceso político que permitió liberar a Brasil de la dominación portuguesa, a principios del siglo XIX.

La Independencia fue proclamada el 7 de septiembre de 1822, mediante el llamado «Grito de Ipiranga», que tuvo lugar en las afueras de San Pablo.

Independencia o muerte, pintura realizada por el artista brasileño Pedro Américo, en 1888. También se la conoce como "Grito de Ipiranga". Museo Paulista.

Independencia o muerte, pintura realizada por el artista brasileño Pedro Américo, en 1888. También se la conoce como «Grito de Ipiranga». Museo Paulista.

A diferencia del resto de los procesos independentistas latinoamericanos, la independencia de Brasil fue incruenta y liderada por un integrante de la familia real lusitana, el príncipe heredero Pedro I.

Brasil, al igual que México, optó por la monarquía luego de independizarse. Pero a diferencia del país azteca, donde el imperio se derrumbó en solo dos años, en Brasil perduró hasta 1889, siendo el régimen monárquico independiente más duradero de toda América.

Contexto histórico

En 1808, en el contexto de las guerras napoleónicas, el ejército francés del emperador Napoleón Bonaparte invadió Portugal.

Ante el avance de las fuerzas invasoras, la familia real portuguesa embarcó en una nave británica y partió al exilio. La corte lusitana se estableció en la ciudad de Río de Janeiro, que se transformó en la sede provisoria del Imperio portugués.

El 12 de diciembre de 1815, Juan VI proclamó la unión entre Brasil y Portugal, que con ayuda de Gran Bretaña se había librado de la dominación francesa.

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A pesar de que Portugal recuperó su libertad, Juan VI optó por permanecer en Brasil. Esto disgustó a sus opositores, que en 1820 protagonizaron la llamada Revolución de Oporto, durante la cual los liberales portugueses lograron reunir las Cortes del reino. Los diputados de esta institución parlamentaria sancionaron una constitución y exigieron al rey Juan VI que abandonara Brasil y regresara a Portugal.

El rey volvió a Europa el 26 de abril y dejó a su hijo Pedro I, a cargo del gobierno del reino de Brasil.

Desarrollo y proclamación

El 30 de septiembre de 1820, las Cortes subordinaron a Brasil al control de Portugal y ordenaron al príncipe Pedro que retornara a Europa.

En principio, Pedro se pronunció a favor de la unidad con Portugal. Pero los continuos destratos que sufrió por parte de los diputados de las Cortes portuguesas, le hicieron cambiar gradualmente de opinión. Tanto su esposa, la princesa María Leopoldina de Austria, como los dos principales facciones políticas locales, liberales y conservadores, lo instaban a permanecer en Brasil. En Río del Janeiro y San Pablo, por ejemplo, se elaboraron peticiones en la que se pedía por la permanencia del regente en Brasil.

Finalmente, el 9 de enero de 1822 Pedro anunció que no acataría la orden de las Cortes de Lisboa y que se quedaría en Brasil.

Esta decisión fue rechazada por el teniente general portugués Jorge Avilez, que al mando de 2.000 hombres se alzó en armas en Río de Janeiro. Unos 10.000 partidarios de la Independencia rodearon a los sublevados, que se rindieron sin luchar. Pedro destituyó al militar portugués y le ordenó embarcar a sus hombres hacia Portugal.

El regente nombró entonces al conservador José Bonifácio como ministro del Reino y de Asuntos Exteriores. Era la primera vez que un político nacido en Brasil ocupaba ese cargo.

En mayo, el regente estableció que cualquier decreto de las Cortes solo podría ejecutarse en Brasil con su consentimiento. La medida fue apoyada por todas las facciones brasileñas por lo que el 13 de mayo se le ofreció al príncipe el título de Defensor Perpetuo de Brasil.

Los liberales instaron al príncipe a convocar a una Asamblea General Constituyente, mientras que Bonifácio y los conservadores preferían que Pedro aprobara la constitución por decreto. El príncipe accedió a los deseos de los liberales, por lo que el 13 de junio firmó un decreto por el cual convocó a la elección de los diputados constituyentes.

Enterados de esta convocatoria,  los diputados portugueses exigieron al príncipe que regresara inmediatamente a Portugal y que se sometiera a la autoridad del rey y de las Cortes.

En agosto, Pedro viajó a San Pablo para asegurarse la lealtad de esa provincia a la causa brasileña. Cuando iniciaba el viaje de regreso a Río de Janeiro, el 7 de septiembre, se enteró de que las Cortes habían anulado todas las medidas tomadas por su gabinete. Al mismo tiempo, recibió dos cartas. Una de Bonifácio, que le aconsejaba romper con la metrópoli, y otra de su esposa, que le instaba a hacer lo mismo.

Fue entonces que Pedro se volvió hacia su guardia de honor y afirmó «Amigos, las Cortes portuguesas quieren esclavizarnos y perseguirnos. Desde hoy día, nuestras relaciones están rotas. Ningún lazo nos une más». Luego, se quitó un brazalete azul y blanco que simbolizaba a Portugal, e instó a los soldados a hacer lo mismo. Finalmente, desenvainó su espada y gritó: «Por mi sangre, mi honor, mi Dios, juro dar libertad a Brasil: ¡Independencia o muerte!» Así rompió los lazos políticos que aun lo unían a Portugal y proclamó la Independencia de Brasil.

Pedro regresó a Río de Janeiro el 14 de septiembre y fue aclamado por el pueblo que lo llamó «rey de Brasil» y «emperador».

La separación oficial se concretó el 22 de septiembre, cuando Pedro escribió una carta a su padre comunicándole su decisión.

El 12 de octubre fue aclamado como Pedro I, emperador constitucional y Defensor Perpetuo de Brasil. El 1 de diciembre fue coronado y consagrado como emperador. Esta designación evitaba que usurpara el título de rey, que correspondía a su padre, Juan VI.

Si bien estallaron algunas rebeliones pro portuguesas en algunas provincias como Bahía, Pernambuco y Maranhão, tuvieron poca repercusión y todas fueron suprimidas durante 1823.

A instancia de Gran Bretaña, Portugal reconoció la Independencia de Brasil en 1825.

Causas y consecuencias

Causas

Entre las causas de la Independencia de Brasil, se pueden destacar:

  • La invasión napoleónica a la península ibérica, que en 1808 obligó a la corte portuguesa a establecerse en Brasil, donde permaneció hasta 1820.
  • El intento de recolonización llevado a cabo por las Cortes de Lisboa y los desaires perpetrados contra Pedro I.
  • La pertenencia de Pedro I a la dinastía de Braganza y a la familia real portuguesa, que paralizó posibles reacciones en contra de su decisión de romper vínculos con el rey y las Cortes.
  • El apoyo de Gran Bretaña, que instó al gobierno portugués a no intentar recuperar por la fuerza la colonia más rica de su imperio y reconocer finalmente su independencia.

Consecuencias

La Independencia de Brasil provocó consecuencias políticas, sociales y económicas, entre ellas las que se destacan a continuación:

  • La disolución del vínculo colonial y la ruptura con Portugal.
  • La instauración del Imperio del Brasil, que perduró hasta 1889.
  • El embarque forzoso hacia Europa de los pocos portugueses que se opusieron a proclamación de la Independencia.
  • La redacción de una constitución, en 1824, que especificó los derechos y obligaciones de los brasileños, en tanto súbditos de la Corona imperial.
  • La preservación de la esclavitud y de los títulos de nobleza.
  • El pago de indemnizaciones a Portugal como parte de las negociaciones auspiciadas por Gran Bretaña para el reconocimiento de la Independencia de Brasil por parte del Gobierno lusitano.

Protagonistas

Entre los protagonistas más destacados de la Independencia del Brasil, se encuentran:

  • Pedro I de Brasil (1798-1834): príncipe heredero de la corona portuguesa que pertenecía a la Casa de Braganza. Proclamó la Independencia de Brasil y fue coronado como su primer emperador. Durante algunos meses de 1826 ocupó el trono de Portugal con el nombre de Pedro IV.
  • María Leopoldina de Austria (1797-1826): archiduquesa de Austria, casada con Pedro I, regente del reino de Brasil. A partir de 1822 fue la primera emperatriz consorte del Imperio de Brasil. Debido al decisivo apoyo que le dio a su esposo para romper con Lisboa, se la conoció con el apodo de «La Paladina de la Independencia». Murió a los 29 años de una septicemia provocada por un aborto espontáneo.
  • José Bonifácio de Andrada e Silva (1763-1838): naturalista, poeta y político brasileño. Apoyó el proceso independentista brasileño, durante el cual se desempeñó como ministro del Reino y de Asuntos Exteriores del regente Pedro. En 1823 fue desterrado por el emperador y se exilió en Francia. Reconciliado con Pedro I, regresó a Brasil y se hizo cargo de la tutoría de Pedro II, que sucedió a su padre en 1831.
  • Joaquín Gonçalves Ledo (1781-1847): periodista y dirigente político brasileño, líder del sector más radical de los liberales locales. Fue firme partidario de la proclamación de la Independencia de Brasil y de la convocatoria de una asamblea que redactara una constitución.
Bibliografía:
  • Beyhaut, Gustavo y Helene. América Latina: de la independencia a la Segunda Guerra Mundial. México, Siglo XXI. 1995.
  • Halperin Donghi, Tulio. Reforma y disolución de los imperios ibéricos, 1750-1850. Buenos Aires, Alianza. 1985.
  • Fausto, Boris. Historia concisa de Brasil. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica. 2003.

Acerca del autor:

Profesor en Enseñanza Media y Superior en Historia (Universidad de Buenos Aires). Autor, editor y coordinador de contenidos editoriales.

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Marcelo Néstor Musa (agosto 2021). Independencia de Brasil. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/independencia-de-brasil/). Última actualización: enero 2024.
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